En cierta ocasión un colega llevaba 3 noches sin poder dormir por algo que retumbaba su cabeza. 


Estaba estresado, nervioso y con mucha incertidumbre pues debía tomar una decisión importante. 

Y no era nada malo. 

Tenía ante el dos grandes oportunidades. Ir a Australia y estudiar por medio de una beca a una de las mejores universidades o entrar a una de las más prestigiosas empresas en tecnología del mundo. 

Era una decisión que podría marcar toda su carrera y futuro. 

A este punto, admitiré que no es nada fácil saber que decidir, porque ambas son grandes oportunidades y no puedes saber cómo será tu vida. 

Su padre era profesor de una Universidad de México y estaba dialogando con el Decano de esa facultad, a lo que este último le dijo:  

“No se preocupe, si el es bueno, tendrá que acostumbrase a tomar decisiones difíciles toda la vida, así que mejor que lo agarre como práctica y déjalo que se vaya donde quiera. El tendrá que tomar decisiones para abrirse su camino y trabajar fuerte por eso.”


Aquí la lección que cambió su vida: 

Estamos acostumbrados a pensar que lo difícil es ahora, o que si enfrentamos algo difícil y logramos pasar el obstáculo en el que estamos, las cosas se van a volver más fáciles conforme vaya pasando el tiempo.


Error. 

Esto es como en los video juegos, siempre empiezas en el nivel básico, cuando la dificultad es apenas un esfuerzo. Luego a medida que vas avanzando el siguiente nivel te podrías dar cuenta en cierto momento que, podría ser casi imposible pasar al siguiente nivel, cada vez es más y más difícil avanzar,  sin embargo, hasta cierto modo,  como ya pasaste niveles complicados antes, te arriesgas a seguir intentándolo. Así logras avanzar más y más. 

La vida es igual. Todo se resumirá a tus constantes decisiones. 


Cada vez, hay más y más grandes problemas. La diferencia es que por cada problema que resolvemos o enfrentamos, más preparados estamos para ganar. 


Falla. Haz. Vuelve a fallar. Decide algo. No importa, no sabes lo que va a pasar. Solo decide. 

Ahora, decida en base a su propósito, sus objetivos y en base a la persona que quiere ser. No se que equivoque en querer decidir solo por la situación que tiene frente a sus ojos. 

Es la mejor manera de ganar experiencia para partir decisiones difíciles.   ¿Partir decisiones difíciles? Sí, en vez de que sea algo súper grande y complicado de resolver, podrás dividir el problema en pedacitos, para tener, a lo mejor el 80% de lo que querías y tomar solo el 20% del esfuerzo o el riesgo. 


Solo así podrás llegar al nivel donde si pierdes algo, solo pierdas lo que tenías que perder, pero si ganas, ganarías exponencialmente. 
Esto es lo que se conoce como riesgos asimétricos. 


Lleva a la práctica esto todos los días en tu vida y te aseguro que “el que dirán” los demás te valdrá un h….  Es tu vida. 


Siempre hay un porcentaje de tu vida en la que te vas a equivocar. 

Acepta eso y decide algo hoy mismo. 

 

G.